¿Qué es Capazo Lab?


El  primer laboratorio especializado en fruto seco en España ha abierto sus puertas en Huesca. Eso es Capazo Lab, un proyecto que se enfoca en lo natural, en lo auténtico, en lo saludable. Esta es la última apuesta de las tiendas Capazo, que llevan 3 décadas a pie de calle, reivindicando los "pequeños y mundanos placeres".

La mejor materia prima, una inversión en formación e instalaciones adecuada y, sobre todo, el conocimiento acumulado durante años de trayectoria, permiten a Capazo Lab explorar todas las posibilidades que el fruto seco ofrece.
 

 
 En los años 50, Agustín Ollés se inició en el negocio de la compraventa de fruto seco. La siguiente generación comenzó la expansión, montando la primera cascadora en horizontal de España, empezando a tostar y creando la marca "Frutos Secos Ollés".
 

 La integración vertical se completó con el salto al comercio minorista, con las tiendas Capazo, que en los años 90 permitieron dar los primeros pasos a la siguiente generación.

El proceso no se detiene, y en una época de incertidumbre tras la pandemia, Capazo apuesta por invertir y crecer. Capazo Lab no sólo es un laboratorio de I+D del fruto seco, pionero en España, es también una apuesta de futuro.

 
El fruto seco, tratado de forma adecuada, preservando su naturaleza y sus propiedades nutritivas, puede ser fuernte de placer y salud por igual, puede ser tradición y, a la vez, sorpresa.
Helados, cremas, aceites, chocolates y otras muchas aplicaciones que llegarán próximamente se ofrecen y, lo que es mejor, se producen a la vista, con total transparencia.


Cazacrem, por ejemplo, es una crema 100% de frutos seco molido en frío. Cazapo es un helado saludable en el que la grasa natural del fruto seco sustituye a la nata habitual de los helados. Cazarro es la última incorporación al surtido, un churro de almendra.
 

Así, muchos productos esperan ser probados: Cazachoc, Cazaite, Cazapas, Cazapán... y tratan de llevar a la materia prima, el fruto seco, más allá de sus límites, utilizando el conocimiento acumulado de ocho décadas, invirtiendo en instalaciones, formación y dotando al proyecto del ingrediente fundamental, la pasión, que es la semilla que se planta generación a generación.